Nuestro país se compone de múltiples capas de expresión que convergen en la apreciación de las personas. La gastronomía, por ejemplo, se privilegia de la abundante biodiversidad del país, la que la retroalimenta, construye y fusiona para que llegue a nuestros paladares. Asimismo, el arte urbano se enriquece de las perspectivas sociales, sus luchas y expectativas de las personas para permitir que nuestras ciudades y sus edificios hablen por sí solos.
El sabor y el arte se fusionan para componer una visión única sobre Colombia y para dar respuesta a una pregunta: "¿A qué sabe Colombia cuando entramos en contacto con los colores de las ciudades y sus historias?"
Cada persona interactuará con los dos elementos culturales mencionados: El primero, un sabor de nuestro país. Probará una comida sin verla, abordando las sensaciones y sabores a su discurso sin nominar aquello que probó. El segundo, una pieza de arte urbano, cuya historia, colores y significado deberán ser interpretados por la discursista. En resumen, al probar un pedazo de Colombia y al ver una historia de ella, la discursista deberá integrar ambos elementos para construir un discurso en torno a lo siguiente: "Colombia me sabe a... cuando veo..."
- Tiempo de prep: (Largo + impromptu) - Las personas discursistas tendrán 30 segundos para preparar su discurso una vez prueben la comida
- Tiempo de discurso: Máximo 3:30 minutos
- Orden y temas: Sorteado en sala
Temas:
- El beso de los olvidados + ají
- Herencia + lulo
- La paz es nuestra + queso
- Tejiendo vida + bocadillo



